Liderazgo que no pensó en el largo plazo: responsabilidad ética. Los errores macroeconómicos de Bolivia que sacuden el 2024
El modelo económico de Bolivia, que fue altamente elogiado durante los primeros años de Evo Morales (2006-2019), ha caído en una situación crítica debido a varios factores internos y externos. Durante la bonanza de los commodities, especialmente el gas natural, Bolivia acumuló grandes reservas internacionales y mantuvo un crecimiento económico sostenido. En 2014, las reservas alcanzaron casi $14 mil millones, lo que permitió al país financiar programas sociales y mantener el consumo interno. Sin embargo, esta estrategia dependía en gran medida de los altos precios de las exportaciones de gas natural, un recurso que representaba gran parte de los ingresos del país.
Desde 2014, la producción de gas natural ha caído drásticamente, pasando de 17.608 millones de metros cúbicos diarios en su pico a solo 8.062 millones en 2023(MercoPress). Esto no solo ha reducido los ingresos del país, sino que ha obligado a Bolivia a depender de las importaciones de combustibles, como la gasolina y el diésel, lo que ha agravado la crisis económica. En 2023, Bolivia producía solo el 44% de la gasolina y el 14% del diésel que consume(MercoPress).
La falta de inversión en la exploración y producción de nuevos recursos naturales, junto con una alta dependencia del gas, ha puesto al país en una situación delicada. Para empeorar las cosas, el gobierno de Luis Arce ha mantenido un tipo de cambio fijo y ha recurrido a las reservas internacionales para sostener el crecimiento económico. A medida que estas reservas se agotaron, Bolivia comenzó a sufrir una severa escasez de dólares, lo que ha provocado la aparición de un mercado negro de divisas, donde el dólar se cotiza hasta un 30% más caro que el tipo de cambio oficial(opb)(Americas Quarterly).
Además de estos problemas económicos, Bolivia enfrenta un gran déficit fiscal, que en 2022 alcanzó el 7,3% del PIB(Americas Quarterly). El sector público sigue siendo grande e ineficiente, y el gobierno ha financiado este déficit con préstamos del Banco Central, lo que ha exacerbado la situación financiera. A pesar de las repetidas advertencias de economistas y organismos internacionales, el gobierno de Arce ha retrasado las reformas estructurales necesarias, como la reducción del gasto público, la eliminación de controles de precios y la creación de incentivos para la inversión privada(Americas Quarterly)(opb).
La situación también se ha visto agravada por tensiones políticas entre el presidente Arce y su predecesor, Evo Morales. Ambos, antiguos aliados, han entrado en conflicto sobre la dirección política del país, lo que ha generado incertidumbre y desconfianza en los mercados(MercoPress). Esta combinación de factores ha llevado a Bolivia a una crisis económica que muchos expertos consideran una de las más graves de su historia reciente.
En resumen, Bolivia enfrenta una crisis debido a la disminución de la producción de gas, la mala gestión de sus reservas internacionales, un déficit fiscal elevado y la falta de reformas estructurales necesarias para estabilizar la economía(Americas Quarterly)(opb)(MercoPress).
Liderazgo que no pensó en el largo plazo: responsabilidad ética.
El fracaso económico de Bolivia también es un reflejo de la falta de responsabilidad ética por parte de sus gobernantes, quienes priorizaron políticas de corto plazo en lugar de diseñar estrategias sostenibles para el futuro. Durante los años de bonanza, los líderes bolivianos se enfocaron en aprovechar los ingresos provenientes de los recursos naturales, pero no realizaron las inversiones necesarias en infraestructura ni diversificaron la economía. Esta falta de visión a largo plazo condujo a la actual crisis, donde la dependencia del gas natural y la escasez de reservas internacionales han puesto al país en una situación crítica. La ética en la política no solo implica atender las necesidades inmediatas, sino también prever y gestionar los recursos de manera responsable para garantizar el bienestar de las futuras generaciones. Los errores cometidos muestran una profunda desconexión entre la toma de decisiones políticas y los principios de gobernanza responsable, lo que ha dejado a Bolivia en una posición vulnerable tanto económica como socialmente(Americas Quarterly)(opb).
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