Construyendo un PEI ¿efectivo? en el Perú.

Un PEI (Plan Estratégico Institucional) es un documento de planificación que alinea de manera clara y detallada la visión, misión, objetivos y estrategias de una institución/ entidad pública para un período determinado.

El PEI es un documento de gestión en el Perú,  que define la estrategia del Pliego para lograr sus objetivos (que se reflejarán en resultados) en un periodo mínimo de tres (3) años, a través de iniciativas diseñadas para producir mayores niveles de satisfacción a la población.

Para que un PEI sea efectivo, debe cumplir con varios criterios clave. Un PEI efectivo no es un documento estático, sino una guía viva que dirige a la institución hacia el logro de sus metas, fomentando la mejora continua a medida que lo planificado se transforman en un hecho real en un entorno que exige adaptabilidad en una realidad BANI.

Aquí mencionamos algunos de los principales criterios:

1. Alineación con la Misión y Visión: Debe estar estrechamente vinculado con la misión y visión de la institución, asegurando que todas las estrategias y objetivos contribuyan directamente a la realización de estas.

2. Objetivos Claros y Medibles: Los objetivos establecidos en el PEI deben ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales (SMART), lo que facilita su seguimiento y evaluación.

3. Comprensión del Entorno: Incorpora un análisis exhaustivo del entorno interno y externo (como un análisis FODA) para identificar oportunidades y desafíos, y para entender las fortalezas y debilidades de la institución.

4. Estrategias Realistas y Accionables: Las estrategias definidas deben ser prácticas, factibles y diseñadas para movilizar los recursos de manera eficiente hacia la consecución de los objetivos.

5. Participación de Stakeholders: Involucra activamente a todas las partes interesadas (empleados, clientes, socios, etc.) en el proceso de planificación y ejecución, asegurando su compromiso y apoyo.

6. Flexibilidad y Adaptabilidad: Aunque el PEI es un plan a mediano plazo, tres años, debe ser lo suficientemente flexible para adaptarse a cambios imprevistos en el entorno, manteniendo relevancia y eficacia.

7. Monitoreo y Evaluación Continua: Incluye mecanismos para el seguimiento regular y la evaluación de los avances hacia los objetivos, permitiendo ajustes y mejoras continuas.

8. Comunicación Clara y Continua: La comunicación efectiva del plan y su progreso a todas las partes interesadas es crucial para mantener la alineación y el compromiso.