Ya existen claras señales de debilidad en el aparato del ejecutivo como grupo cohesionado y articulado con los tres niveles de gobierno, como para hacer cambios en este momento. ¿Cambios para mejorar el corto plazo? Más que eso sólo confirmarían la alta rotación que sufre el Estado.
Si bien se entendió la intención, el mensaje, en el cambio en el sector Salud, el remedio no luce toda la efectividad esperada. Y no es cuestión de personas si no de un orden sistémico y mini-poderes coyunturales que se resisten a salir de su estatus quo. Están aprendiendo a comprar. Al parecer ahora sí tendremos flujo de compras, y vía UNOPS muchas de ellas, saltándose OSCE: Ya no es momento de cambios.
Por otro lado, de dónde sacamos profesionales que acepten? Se sabe que hubo dificultades para encontrar expertos en los últimos gabinetes. Mal que bien se bajó la tensión del corto plazo, pero queda pendiente generar verdaderas políticas de largo plazo. El único que planteó algo estructurado con visión de largo plazo fue el ex Ministro del MEF. En fin. Esto, más que un problema de nuevos ministros, debería ser un problema de partidos (?, gulp) y candidatos sensatos que pretendan ocupar la silla presidencial en 2021, los cuales deben empezar a responder sin miedo a los cálculos políticos.
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