La coordinación con el sector privado en el objetivo desarrollo de Corea del Sur y el papel de los fundamentos éticos. Más allá del cierre de brechas.
El ascenso meteórico de Corea del Sur desde las cenizas de la devastación de la Guerra de Corea hasta convertirse en una de las potencias económicas más dinámicas del mundo ha desconcertado a los observadores y analistas durante décadas.
Este "milagro económico" surcoreano ha sido objeto de estudio y debate en los círculos académicos y financieros globales, y aunque se han identificado varios factores clave, su complejidad sigue siendo una fuente de fascinación. Uno de los pilares fundamentales de este éxito ha sido la inversión decidida en capital humano. Desde los primeros días de la posguerra, tanto el gobierno como la sociedad surcoreana reconocieron la importancia estratégica de la educación como elemento clave para elevar la productividad (y no como un hecho aislado). Esta apuesta temprana y vigorosa por la formación de una fuerza laboral altamente cualificada sentó las bases para el florecimiento industrial que estaba por venir. Sin embargo, la historia económica de Corea del Sur va más allá de la educación....
Es importante destacar la articulación con el sector privado... no es cuestión de analizar si fue una dictadura o coordinando con un grupo de privilegiados... eso se puede dejar en el contexto de su momento histórico y es un contexto que no necesariamente se aplica en el siglo XXI. Lo que sí es relevante es que la articulación permitió que los chaebol, conglomerados empresariales controlados por familias surcoreanas nonsanctas, desempeñaran un papel crucial en la transformación del país. Empresas emblemáticas como Samsung y Hyundai han sido motor y símbolo de este ascenso, expandiéndose desde la manufactura hasta la tecnología y los servicios, con una destreza y ambición que han impresionado al mundo entero y que fue posible sostener con mano de obra calificada formada en universidades estatales y papás de esos universitarios con trabajo e infraestructura poco a poco más de vanguardia. No fue un cierre de brechas y luego búsqueda de desarrollo... fue una búsqueda de desarrollo que implicaba mejorar la productividad, y esa productividad pasaba necesariamente por el cierre de brechas...en educación y salud, por ejemplo... y que se iban consiguiendo cerrar, pero no necesariamente por acción directa del Estado.
El papel del gobierno también ha sido decisivo en este viaje hacia la prosperidad. No se trata de ver la manera en que lo hizo, porque obedece a un contexto muy particular, pero sí se trata de saber que el Estado cuenta como actor relevante. Desde el liderazgo, en este caso, autoritario, del presidente Park Chung-Hee en la década de 1960 hasta la implementación de políticas industriales activas en décadas posteriores con regímenes menos autoritarios, el Estado surcoreano ha desempeñado un papel activo y a menudo intrusivo en la economía. Estas políticas incluyeron subsidios, incentivos fiscales y regulaciones específicas diseñadas para fomentar sectores estratégicos como la electrónica y el automóvil, y para promover la exportación y la inversión extranjera.
Pero entonces, con autoritarismo y beneficios a minorías de los chaebol se puede decir que fue un camino ético?--- por supuesto que no. Pero la mirada sería muy reduccionista si se centra sólo en ese hecho. Hubo mucha ética en las familias!... el enigma del milagro económico coreano no se limita a factores económicos y políticos amorales. La influencia de la cultura y la historia también ha dejado su marca en este extraordinario ascenso. La ética de trabajo incansable, la disciplina y el sentido de comunidad arraigados en la sociedad surcoreana han sido ampliamente citados como elementos clave en su éxito económico.
Limberg Chero Senmache, 06 de abril de 2024
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